Conocí el verdadero significado de la palabra sororidad el día que fui a la marcha por primera vez.
Fui con mis amigas que son mi hogar.
Y agarradas de la mano nos metimos a seguir a la batucada.
Al inicio me sentí una ridícula bailando un martes a la noche vestida con un pantalón abortero,
me parecía raro el no estar corriendo de mi oficina a la casa.
Llevaba un top que si levantaba la mano se me veían las tetas,
pero en ese lugar no me importaba, nadie iba a verme.
Y al volver a casa iba a estar segura, porque cerca de mi iban a haber cientos de chicas volviendo a casa.
Una mujer bailaba desde el balcón de su casa viéndonos pasar.
Y ahí lo entendí, se me llenaron de agua los ojos porque jamás me sentí tan acompañada.
Descubrí que conmigo bailan miles de mujeres, desde sus casas, camas, autos, trabajos, donde sea.
Esta noche es una fiesta de todas.
No tenemos nada que celebrar, pero nos tenemos las unas a las otras.
Es poco, pero con eso nos alcanza.